martes, 7 de junio de 2016

Y que iluminarás con tus alas de luz

Fuiste el lugar de remanso al que corrí cuando era una niña. El bálsamo para aquellas heridas inocentes que no dejaron marcas en mi piel. Años después, con otras vidas, fuiste mi pecado y mi redención. Recuerdo como si estuvieran pasando ahora todas las cosas que viví contigo, lo que pasamos juntos y también separados, ese tiempo infinito en el que me enamoré más de ti, más aún. Como si pudiera. Y pude.
Me compadezco del resto de la gente porque no te conocen como yo. Quisiera mostrarles a todos el ángel de salvación que gané con amor y perseverancia, y el amor genuino que se puede sentir por alguien si ese alguien eres tú.
Pero hay cuestiones que me invaden y que sólo puede respondérmelas tu piel, confío tan solo en ti.

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