miércoles, 26 de abril de 2017

nunca te voy a perdonar

Aquí estamos otra vez. Sujetos tácitos que se descomponen en sus vidas particulares. Tú partiéndote en dos mientras yo en mil. Ojalá supiera por qué soy tan débil, tal vez así pudiera arrancarme lo que fuera que me esté matando. Me ahogo y pienso que mañana será otro día para volver a intentarlo, pero solo es otro día para seguir luchando y seguir odiándote. Odiarte es lo que más me pesa porque se suma a todo lo que te quiero. Y es demasiado para un único cuerpo. Nunca te voy a perdonar que me hayas abandonado como algo que ya está apagado por el tiempo ni que no hayas tenido valor para decirme que te ibas ni para volver a mirarme a los ojos. Eso sentí después de mil días sin verte: que me quitabas la mirada porque nunca me dijiste que ibas a abandonarme en la noche, en la nada.

nos hemos encontrado en el medio, al final lograremos alcanzarnos


Todo lo que no pude responder,
el miedo a querer, a encontrar el remanso,
mi ciudad cuando es primavera y cae el sol,
las seis de la tarde en tus brazos, 
mirarte y no saber por dónde empezar
mirarte y saber que no quiero acabar.
Tu pelo brilla bajo el sol igual que la primera tarde que paseamos juntos, 
toda la poesía desechable que te escribo mientras hablas quiere ser escuchada, 
pero ahora hacemos silencio porque los dos nos estamos escondiendo de algo, 
pero tú te escondes en tu propia piel 
y yo quisiera envolverme en ella para saber qué piensas cuando crees que no te estoy escuchando. 
Tus infinitas pecas caen sobre mí como gotas de lluvia 
y en cinco segundos te estaré robando un beso, 
un día te vas a cansar de verme construir casas de naipes y castillos de arena,
porque no necesito tu paz capitalista, sino esa que me das cuando te vuelves a sentir animal a mi lado, 
cuando no tenemos futuro, ni pasado, ni patria.
Te observo fijamente antes de lanzarme a tu boca una vez más, 
quiero grabar en mi memoria este momento en el que piensas que no entiendo tu pensamiento,
tus ojos azules estarán mirando los míos para siempre.
Ahora me estás sonriendo y estoy convencida de que sabes que pienso "gracias por tanto amor a mitad de semana". 

lunes, 24 de abril de 2017

Sobre la noche que te volví a ver

A más de mil días de distancia del último beso, tu sonrisa triste vuelve a presentarse ante mi mundo, y yo te abro de rodillas, sigo siendo la misma peregrina en el mismo infierno. Te quise tanto un día... que durará por siempre. Ojalá pudiera remediarlo. Ojalá pudiera sacarme los pedazos de tu amor desheredado de los que estoy compuesta, me abriría en canal el pecho si así consiguiera arrancarte de cada parte en la que me dueles. Me abriría en canal.