lunes, 13 de febrero de 2017

Siempre junto al mar

Pero cómo me engaño a mí misma. Porque a los que no están dentro es fácil. Pero a la que nació un día como hoy hace cuatro años... ¿cómo la engaño?
Cómo le digo que tú te fuiste de verdad y para siempre, con todo lo que implica "siempre", igual que las cosas que te dije serían eternas (lo siguen siendo). 
Cómo explicarle a la niña pequeña que no puede entender, no quiere entender que ya no volverás a tomar sus manos entre las tuyas, a besarla con precisión quirúrgica junto al mar, siempre al lado del mar. Que todo lo que pudo construir a tu lado no va a ocurrir porque ya no estás. 
Y que la vida se le fue contigo tan lejos como tú. Tan lejos en esta misma ciudad. Y no volver a verte.
Cómo le hago entender que no nos quieres más.
Tres veces tus dedos en mi pelo fueron suficientes para desarmar el miedo. Cierro los ojos y ahí está, todo ese amor otra vez. Todo ese amor. Todo lo mío que fue tuyo pero no te alcanzó. 
Y de nuevo soñarte, esperarte, extrañarte.