viernes, 19 de septiembre de 2014

Bleu

Está todo muy azul estos días. 
Llueve, cada noche llueve 
y siento las tormentas por dentro. 
Huele a azul, huele a vos. 
Y todos estos recuerdos tienen ese perfume azulado. 
Todas las horas de espera, 
las charlas infinitas, 
el banco, el coche 
y vos siendo de esa forma que nadie más puede ser. 
Y el azul de la noche entrada,
de la noche temprana y del sol saliendo. 
De ese beso que estuvo a punto, 
de las veces que me arrepiento de haberme ido. 
Y este aroma tan azul, 
tan yo junto a vos, tan amanecer borrachos, 
tan Chanel, me llena de inspiración. 
Esa fragancia a libro abierto que emana de tu piel 
cuando roza la mía. 
Siento miedo, miedo porque aún no puedo explicar 
cómo viene tu cara a mis ojos cerrados cuando respiro este color. 
Es casi mágico cómo un perfume puede transportarte hasta un momento. 
Un momento feliz. Un momento con vos. 
Y recorro tu rostro por todas sus puntas, 
por tu nariz, por las comisuras de los labios, 
por ellos, por tu frente que casi puedo alcanzar, 
por las esquinas de tus ojos grandes, 
por tu mirada perdida que ya no quiere observarme. 
No te enfades, por favor. 
No te enfades. 
No me mires con esa rabia, por favor. 
No me hables. 
Con ese odio no.
Con ese odio.

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