martes, 30 de julio de 2013

Hoy estabas especialmente.

Hoy estabas especialmente. Y cuando digo que estabas "especialmente" es absolutamente lo que quiero decir. No que estabas especialmente hermoso, especialmente mío, especialmente feliz ni que sos especial. Sólo eso. Estabas especialmente lejano, especialmente ausente y ajeno a mí. ¿Por qué? Podrías haber estado especialmente cariñoso, especialmente tierno, especialmente conmigo. Sin embargo, no estabas. Me gusta contemplarte, especialmente cuando te acercás, porque me sumerjo en una espiral de sueños confusos, largos, en los que ocurren miles de cosas, pero cuando vuelvo a mí, cuando vuelvo a vos... Vacío. Me ha gustado conocerte, especialmente el domingo, especialmente el lunes, especialmente cuando acabó septiembre. Pero no sos especial, sólo estás especialmente de paso en mi vida, no obstante, me posiciono en un futuro especialmente lejano y desde allí recuerdo el pasado y, especialmente, no te encuentro. O sí. Es algo especialmente incierto. Quién sabe, tal vez no tenga que evocarte porque estás a mi lado. Al final, cuando alguien es especialmente único, mágico, cálido, cuando alguien está especialmente, es Amor. Es amor cuando te gustan los lunes. Es amor cuando no te gustan los sábados ni los domingos ni las vacaciones en las que no podrás verlo. Es amor cuando lo ves especialmente todo lo anterior y sabés, y sentís que vos también estás especialmente.

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