viernes, 26 de julio de 2013

Veintisiete meses.

No voy a decirte que en ningún momento caí que ya había llegado el día. Estoy tristemente convencida de que esta fecha a vos te suena a chino. Pero yo la tengo tan grabada en mi corazón, que solo con sentir ese pensamiento se me acongoja el alma y, ¿por qué no? Caen un par de lágrimas que intenté reprimir con la misma fuerza con la que siento este amor. Me encuentro a miles de kilómetros de distancia de tu mano y a millones de tu corazón, pero estoy acá, de noche, un veintiséis de julio, más de dos años después, escuchando tu música, la que vos me enseñaste sin saberlo. Para mí es mi vida entera, una de las mejores noches. Admito que no sólo por vos, tengo ese amuleto tan sagrado para mí, “to me you’ll be forever sacred”. Esa noche calurosa a las 3:00 AM cruzando la plaza del monumento, este año pasé tantas veces delante de él y cada una de ellas se me revolvió hasta la última célula, confesiones que me hiciste. Cuando volví a verte, demasiados meses después... ¿Me quisiste algo esa noche? Juraría que sí, porque de eso me nutrí todo este tiempo, por favor, no me saques el único consuelo que me queda para mantener medio vivo este amor vacío, solitario y distante. Esta noche me trae tantos recuerdos… me recuerdan a vos tantas cosas… Mi perfume, las horas anteriores en casa de Mer planchándome el pelo, hablando tanto de vos, “es tu última oportunidad”. No tenía que repetírmelo nadie, era tan sabedora de la verdad de que nunca más volvería a verte a partir de ese momento, de ese último beso, último abrazo, “nos vemos, Agus”. Y tardamos muchos meses, pero al final, ¿qué? Nos vimos. Hablando, nuevamente, del pasado. El futuro no es incierto para mí, porque mi presente está siendo una lucha constante, casi, casi parafraseando al Che. Escuché la canción y tuve el ligerísimo anhelo de que, por ahí, remotamente en tu corazón, en tu más profundo subconsciente, pensaste en mí y la escuchamos juntos, como la payasada de mirar la Luna porque, en cualquier lugar que estuviéramos, estaríamos viendo la misma. Me llegó al alma la ilusión que está ahí, vos estás ahí, el sentimiento sigue acá, inamovible, inalienable, inalterable y, podremos estar todo lo lejos que estamos, pero esta sensación nos une.

No hay comentarios:

Publicar un comentario