miércoles, 7 de diciembre de 2016

Si pienso en ti siento que esta vida no es justa

Desde hace dos años ella es dueña de todo lo que yo quise y quiero. La veo en todas partes y envidio su tranquilidad de saber que es ella, aunque yo sepa que siempre seré yo. La noche se convierte en una tregua en la que me llamas en sueños para contarme que pusiste fin a aquel error que nos separó por tanto tiempo y a nuestras guerras. Vienes corriendo hacia mí y en esta cama que te contuvo respiramos tan cerca que somos un solo cuerpo. Me pides perdón por haberme dejado la puerta abierta la noche aquella que hizo tanto frío, cuando te fuiste sin decirme "me voy". Y yo te perdono por todo. Te digo que nada pudo ni podrá con nosotros. Mi cabeza da vueltas, no puedo creer estar tocando estas manos heladas como un invierno. Tus dedos finos me dibujan la cara y yo me río porque el amor de mi alma no tiene un nombre en castellano como imaginaba, me río porque mi amor está donde debe y soy feliz de saber que ahora va a ser todo lo dichoso que merece. 
La tregua se acaba. No estás.

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