lunes, 23 de mayo de 2016

inmolarse

Todo lo que un día fue nuestro ahora es sólo mío. Hace diecisiete meses te fuiste para no volver jamás y me dejaste pagando todas nuestras deudas. En este tiempo casi eterno no hubo instante en que mi cuerpo te dejara de querer y pertenecer. Sin mi guía ando equivocada. Sin ti, que eras luz, estoy oscura. Asustada. 
Cargo sola el peso de dos almas desfiguradas, ya no puedo más, no quiero más. Yo quisiera hacerte entender que va a estar bien que ya no me quieras, pero en unos años va a estar mejor si te alejas. Porque soy incapaz. Volveré siempre a ti por amor (y porque así lo siento).
Mi amor, volveré por amor. A buscar tu amor. 
Te quiero para siempre.
No te olvides nunca.
Nos hacemos daño. Después de tanto tiempo aún desconozco lo que piensas. Qué estúpida me hace sentir que me duela el pecho como si me atravesaran mil cuchillos emponzoñados. Y sólo es tu ausencia. Estoy sola en esto. Nadie me habla de ti. 
Ellos no saben. Dicen que amar no es esto. Yo sólo quiero que estés bien. Cerca o lejos. 
Sólo quiero que deje de doler adentro.
Por qué no deja de doler.
Por qué no deja de doler.
Por qué te fuiste.
Por qué me dejaste sola cargando con esto. Lo digo en alto y no lo entiendo. Yo soy porque tú me tocaste el corazón con la punta de los dedos. 
Por qué te fuiste. 
Por qué no te pude tocar también el corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario