viernes, 27 de mayo de 2016

eternos

El primer beso del año no es el último y está a 365 intentos de distancia del beso final. Empecé uno de mis años cerca de tu boca, aunque no lo recuerde, y lo terminé creyéndote cerca sin saber que tú ya navegabas otras aguas. Está claro que las cosas no son cómo empiezan sino cómo acaban. Y tú acabaste conmigo.
Hoy, lejos de aquellos años, soy capaz de vernos con ojos de pájaro que vuela alto. Yo intentando tocarte el alma. Tú huyendo de mí. Mil veces. Yo cegada, no queriendo ver la verdad... Que a veces no ocurre. Simplemente no ocurre. Que no es culpa de nadie que uno crea amar y el otro no consiga hacerlo nunca. Y que dentro de setenta años todo va a estar bien. Tal vez encuentre a alguien.
Tal vez sea como tú.

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