Puede ir todo sobre ruedas, que no vas a darte cuenta de lo bien que estás hasta que no te quiere la persona a la que querés. Hasta que no se quieren igual, hasta que no están uno para el otro. Ahí es cuando, aunque todo venga al revés, vas a estar bien. Qué dependiente y estúpido es el ser humano. Menos mal que yo soy una caja.
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